“Nos vamos satisfechos con el rendimiento del equipo”
El seleccionador nacional, Gustavo Alfaro, dejó sus impresiones tras el empate 2-2 ante Japón, en amistoso internacional.
Gustavo Alfaro, entrenador de la Selección Absoluta Masculina, analizó lo que fue el primer juego amistoso en la gira asiática que emprende la Albirroja, un empate 2-2 que dejó muchas sensaciones al cuerpo técnico y a sus dirigidos.
“Fue un gran partido, con dos selecciones que tienen sus estilos, era un desafío muy importante venir a enfrentar a Japón aquí, le tenemos mucho respeto, es una muy buena Selección”, apreció Alfaro.
“Partido difícil, complejo, nos costó físicamente el partido, por el cambio de horario, el descanso, la frescura que necesitábamos para liquidar el partido cuando estábamos ganando. Sabíamos que teníamos que estar concentrados y atentos para cerrarle los caminos a Japón en esas triangulaciones que tienen en su gestación de juego en la mitad de la cancha, nos costó en el primer tiempo, en el segundo estuvimos más ajustados. Tuvimos chances. Nos vamos satisfechos por el rendimiento del equipo, por el rival que enfrentamos, más allá de que como veía en la cara de los jugadores cuando terminó el partido, esos gestos de bronca por no haber ganado, es la personalidad y el carácter que uno pretende que tenga esta Selección, porque para nosotros fue este un partido de Mundial”, analizó el adiestrador de la Albirroja.
EXPLICACIONES TÁCTICAS
Al ser consultado sobre los mecanismos que utilizó, el seleccionador nacional graficó las ideas utilizadas en el juego: “Nos costaba tomar las marcas en el centro derecho del ataque de Japón, en esa rotación que tenían, en muchas ocasiones nos tomaban dos contra uno, terminábamos recuperando la pelota muy cerca del área nuestra, eso lo corregimos en el entretiempo, dejándolo a Cubas en una posición más central no desplazándose hacia adentro tratando de achicar más rápido. Les decía que si controlábamos el sector derecho de Japón íbamos a ganar 10 metros para adelante. Si conquistábamos esos 10 metros, saliendo de la primera presión que ejercía Japón cuando nosotros recuperábamos la pelota, íbamos a encontrarnos con mucho campo y espacio para poder contragolpear y hacer daño, esa corrección nos permitió esas chances para generar peligro y sentí que el equipo estuvo más sólido en esa segunda parte”.
También detalló su trabajo táctico de la siguiente forma: “El partido era para trabajarlo en dos tiempos, cuando Japón tenía la pelota nosotros debíamos estar cerrados en el centro del campo, porque generaban amplitud y todos los ataques son centrales. Para atacar, el inicio de los ataques tenían que ser por los laterales, por eso nosotros a los marcadores de punta los tiramos a la altura de los marcadores centrales, para que de esa manera los quintos de Japón queden en una posición intermedia entre dos jugadores, entre el lateral que estaba bajo y el extremo que estaba alto. De esa manera, encontrábamos los espacios en los costados para iniciar el ataque. Pero, cuando Japón venía a presionar, los ataques tenían que venir por adentro, porque los dos centrocampistas de Japón trabajan de la misma manera. Al sostener al hombre de la línea de tres de Japón, en las diagonales que tirábamos los extremos para adentro, encontrábamos los espacios a las espaldas de los volantes centrales, esa era la clave del partido: estar cerrado cuando Japón atacaba y estar abierto para iniciar los ataques, pero los ataques tenían que venir por adentro porque era la zona del camino más corto para llegar al gol”.