Asociación Paraguaya de Fútbol

Prosiguiendo los encuentros virtuales con los jugadores históricos de la Albirroja, los futbolistas de las selecciones Sub 17 y Sub 20 charlaron con Francisco Arce, mundialista con Paraguay en dos ocasiones y actualmente entrenador de Cerro Porteño.

En el encuentro virtual, el "Chiqui" Arce recordó anécdotas y compartió experiencias con los juveniles.

 

EL MUNDIAL DE FRANCIA 1998

“La Selección que disputó el mundial de Francia 98 fue fantástica. Nosotros teníamos hambre de gloria, teníamos mucha unidad dentro de la cancha. El 90% del plantel era casi de la misma edad, y eso facilitaba mucho”, comentó el ex lateral albirrojo.

“La camiseta defendíamos a muerte, teníamos el entrenamiento y la práctica de jugar en grandes equipos de Sudamérica y eso ayudaba bastante a la hora de los compromisos. Nuestro fuerte era la marca, la agresividad, la garra, con el mejor juego aéreo, y sabíamos a la perfección como jugar las pelotas paradas”, recordó.

 

SU ADAPTACIÓN AL FÚTBOL BRASILEÑO

Sobre su paso por el fútbol brasileño, donde dejó huellas en Gremio y Palmeiras, Arce puntualizó: “El proceso de adaptación en Brasil me costó al principio por la seguidilla de partidos, no llegué a lesionarme, después de jugar varios partidos le tomé el ritmo y pude acostumbrarme.  Yo arranqué jugando en el medio, hasta que Paulo Cesar Carpeggiani me ubicó como lateral derecho, por la pegada y la resistencia en el ida y vuelta. Paulo Cesar Carpeggiani fue de quien aprendí mucho”.

 

LA SELECCIÓN DEBE SER UNA FAMILIA

El ex Albirrojo remarcó la importancia de la unidad en la Albirroja. “Deben crear una familia, ocuparse de lo que le pasa al compañero. Fuera de la cancha deben crear una conexión entre todos. Hay que preocuparse por el compañero, facilitarles la tarea a los entrenadores, en lo físico es vital respetarse”, afirmó.

“El futbolista de selección tiene que ser diferente, tiene que tener presencia, cuidar siempre su imagen, uno está en la selección porque tiene mucho para dar. Debemos cuidar el lugar donde estamos”, afirmó.

Uno de los momentos más lindos que uno vive como jugador de la Albirroja es cuando suena nuestro himno nacional. “El himno es insuperable, si no te tiemblan las piernas algo anda mal. Esa sensación es revitalizante, lo máximo para un futbolista. Cuando escuchas el himno en un partido, se siente la presión”, expresó.

 

DIGNIFICAR LA PROFESIÓN DE LOS FUTBOLISTAS

“La profesión del futbolista es fantástica, porque si perseveramos ganamos muchas cosas en corto tiempo, hay que disfrutar del camino. En un abrir y cerrar de ojos ustedes van a estar donde se imaginan, hay que soñar y luchar por eso.  Yo recorrí el mundo gracias al fútbol, siempre respeté la profesión, dignifiqué la profesión jugando acá y jugando afuera. El mensaje que les puedo dejar es que deben dignificar la profesión del futbolista” fue el mensaje del Chiqui para los juveniles albirrojos.

Francisco Arce defendió la Albirroja en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, y en dos certámenes mundiales, Francia 1998, y Corea-Japón 2002.